Quizás hoy eres un deportista y te sientes débil mentalmente. ¡Seguramente te estarás preguntando: “Pero, ¿cómo puedo fortalecer mi mente?”
Esta pregunta es realmente interesante. Sinceramente, en la Academia del Alto Rendimiento hablamos cada vez menos sobre ser “mentalmente fuerte” y esa capacidad de la que todo el mundo habla.
¿Por qué? Porque según nuestra percepción, esa expresión ya no significa mucho. Sin embargo, hoy vamos a explorar algo crucial: ¿qué significa realmente ser mentalmente fuerte en el deporte?
Contenido
¿Qué significa ser fuerte mentalmente en el deporte?
¿Se trata de darlo todo gracias a la mente y por eso empujar, empujar y seguir empujando en vez de parar? O quizás sea preguntarte:
- “No, ahora siento que no es correcto exigirme tanto”;
- “percibo que esto no está alineado con mi ser y, honestamente, prefiero cuidar mi bienestar antes que hacerme daño.”
Así que una vez más, el concepto de ser “mentalmente fuerte” no puede entenderse completamente sin ponerte en contexto con lo que realmente significa, tener esa capacidad en diversas situaciones para hacernos un favor a nosotros mismos, recular y exigirnos menos.
No dudes en visitar nuestra página sobre cómo ser fuerte mentalmente para obtener información más detallada. Aquí te esperamos para ayudarte a explorar este tema fascinante ¡y mucho más!
El caso de un deportista de la Academia
Hablando de esto, me viene a la mente un deportista olímpico con el que trabajamos justo antes de los Juegos Olímpicos de Tokio. A pesar de estar lesionado, él estaba totalmente decidido y pensaba:
- Tengo que ser mentalmente fuerte.
- Iré a los Juegos Olímpicos.
Así que nos pusimos manos a la obra para:
- Concentrarnos más en su carrera a largo plazo.
- Considerar todos esos inconvenientes a largo plazo si decidía competir ese año.
Llegó un momento, en el que el estrés se hizo protagonista ayudándolo a tomar distancia y recular, entonces dijo: “¿Sabes qué? Al final no iré a los JO este 2021. ¿Por qué? Porque estoy lesionado y podrían empeorarse las cosas llegando incluso una larga recuperación”. Así que decidió concentrarse en París 2024.
Entonces paró toda competición durante al menos seis meses para curarse bien. Cuando volvió, ¡ganó el campeonato nacional directamente! Además, batió sus propios récords anteriores.
Ahora te pregunto: ¿Era este deportista mentalmente fuerte o más bien débil porque aplazaba su objetivo inmediato? Muchos dirán: “Ese tío no tiene garra ni ganas”.
Y aquí viene algo interesante que siempre decimos en la Academia del Alto Rendimiento: no estamos del todo convencidos con eso de “ser fuerte o débil mentalmente”. ¿Te has preguntado qué implica realmente esa clasificación?
Considerarse mentalmente fuerte es exagerar
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Para nosotros, sentirse mentalmente fuerte en el deporte no equivale a no sentir miedo, estrés, no equivocarse y hacer las mejores marcas en cada entrenamiento, equivale simplemente a exagerarse un poco.
Cuando te percibes como una roca en tu deporte, es probable que, al mismo tiempo, sientas frialdad emocional o estrés en otra área o situaciones de tu vida donde pones menos energía. Esto podría ser:
- En tus estudios;
- En tu carrera profesional;
- Con la familia;
- Socialmente hablando;
- O quizás sentimental.
Así que aquí va: si te consideras fuerte mentalmente en el deporte, automáticamente te verás débil mentalmente en otro aspecto de tu vida. Por eso no somos muy partidarios de esta idea de ser “fuerte mentalmente”.
De hecho, pase lo que pase, todos mostramos diversos rasgos de carácter. Y para nosotros hoy, pensar que somos fuertes mentalmente es realmente estar cómodo también con ambos extremos:
- cuando se nos percibe como fuertes;
- y cuando podemos ser vistos como débiles y aún así querernos.
El verdadero maestro domina los opuestos.
Ahí es donde frases como “nunca te rindas” encuentran sus límites.
Tomemos por ejemplo a un tenista como Roger Federer. Si llegó donde llegó, es también porque ha sabido manejar su carrera increíblemente bien, ha tenido la capacidad de recular, de saber reconocer las situaciones donde ponerse un límite.
Solía participar en muy pocos torneos, pero cuando lo hacía, se entregaba completamente.
Y cuando decidió retirarse del Roland Garros, algunos podrían decir que “se rindió”. Pero en la Academia del Alto Rendimiento simplemente interpretamos eso como un cambio de prioridades en la vida.
En ese momento su prioridad era quizás estar listo para Wimbledon.
¡Lee el artículo para descubrir cómo puedes ir más allá de tus límites!
¿Por qué hay que ser fuerte mentalmente en el deporte?
¿Ayuda a lidiar con la presión y las emociones?
Entonces, te aconsejo que no hagas caso a esas personas que insisten diciéndote: “tienes que ser mentalmente fuerte”. Yo mismo caí en esa trampa antes, recomendándolo tanto a otros como a mí mismo. Lo hacía simplemente porque me faltaba todo el conocimiento sobre las leyes universales y la naturaleza humana que tengo hoy.
Así pues, presta atención cuando alguien te dice: “debes ser fuerte mentalmente”. A menudo son personas:
- Que realmente no te conocen;
- Y que además están juzgando según sus propios valores.
Desde luego, no se trata de tener o carecer de fortaleza mental. El pensar “debo ser fuerte mentalmente”, solamente señala algo importante: necesitas liberar tu energía y mejorar tu salud mental trabajando ciertas cosas:
- Reflexionar;
- Despolarizar conflictos internos;
- Aceptar tus circunstancias tal cual son.
Recuerda siempre lo más importante: sé tú mismo, disfruta lo que haces ¡y verás cómo todo marcha sobre ruedas!
Nunca te rindas
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La última vez, estábamos justo charlando sobre lo de “nunca rendirse” con los coaches del equipo. Uno de ellos mencionó: “pues tengo un deportista que se ha dado por vencido”. Pero quiero que sepas algo muy importante: tirar la toalla, en realidad, no existe.
Imaginémonos a alguien diciendo: “quiero competir”, pero justo antes empieza a pensar “esto va ser demasiado duro, mejor me voy más lento y hago otra cosa”.
Aquí te lanzo un dato clave: no renuncia; simplemente está ajustando sus prioridades. En ese momento él:
- Comprendió que exigirse más en el deporte le traería más contras que pros en su vida.
- Y optó por cuidar su salud mental, su bienestar y no generar estrés.
Así quédate con esto… tú realmente no puedes abandonar nada, ¿sabes? Si analizas las cosas detenidamente verás incluso tú mismo cómo reajustamos nuestros objetivos y situaciones en la vida según le conviene a nuestro estado personal.
Encontraras temáticas parecidas tratadas bajo nueva luz en nuestro artículo sobre la fortaleza mental en el deporte, te recomiendo darle una vuelta para profundizar aún más.
El caso de un cliente
Hace unos años acompañábamos a una mamá que practicaba bádminton, un deporte individual. Ella solía decir: “Tengo que ser fuerte mentalmente, debo seguir adelante”.
Pero cuando profundizamos más en la conversación, descubrimos algo importante:
- Su prioridad número uno en la vida era su familia.
- Y si ascendía en su carrera deportiva, vería menos a su familia y no estaría tan presente para sus hijos.
Esto hizo que ella se sintiera como si estuviese abandonando lo realmente importante, lo cual le generaba muchísimo estrés. Gracias al proceso de despolarización, pudo lograr dos cosas esenciales:
- Librarse de preocuparse por lo que otros pensaban;
- Y simplemente ser ella misma.
Así que llegó un momento en el que ella misma reconoció, sin necesidad de consejos ni de que nadie se lo sugiriera, que su prioridad eran sus hijos. Y con eso en mente, decidió no entrenarse tanto para algo que realmente no le resonaba.
¿Sabes? No podemos simplemente rendirnos; lo que hacemos es cambiar nuestras prioridades en la vida.
Desaparece la noción de abandono
Este cambio de prioridad es crucial porque elimina completamente la idea de rendirse en situaciones.
Por eso, en esos momentos difíciles, llenos de estrés en lugar de decir “lo dejo y me tomo un descanso”, puedes plantearte:
- ¿Cuál es mi prioridad?
- ¿Mi objetivo principal es seguir adelante con el esfuerzo hasta superarme o debería tomarme un respiro?
Ya verás que este simple replanteamiento facilita las cosas. ¿Por qué? Porque te permitirá tomar una decisión consciente: “no, estoy aquí para superarme así que apretaré los dientes y seguiré adelante, sin importar el dolor temporal.”
Así que sí, nos encontramos ante otra paradoja. Hacerse estas preguntas realmente te ayuda a asumir tus responsabilidades. Así nos enfrentamos mejor a los retos: elegimos activamente nuestro camino en vez de sentirnos derrotados por las dificultades ¡Vamos allá!
¿Cómo puedo fortalecerme mental y emocionalmente?
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Si un día te acompaña alguien del equipo de la Academia del Alto Rendimiento, verás que no vamos a juzgarte por:
- ser mentalmente fuerte;
- o ser mentalmente débil.
Sabemos que no eres ni lo uno ni lo otro. O ambos, según como lo veas, dependiendo de si nos centramos en la existencia o en la esencia. Esa idea de ser “fuerte mentalmente” se desvanece porque resulta que somos la síntesis de todos los contrarios.
Así que desde el momento en que somos nosotros mismos, esa fusión de opuestos:
- cuanto más nos percibamos fuertes en un aspecto de nuestra vida, más nos sentiremos débiles en otro;
- y cuánto menos fuertes nos sintamos en un ámbito, menos débiles nos veremos en otro.
Simplemente vamos a ser nosotros mismos en todas y cada una de las situaciones. Y aquí viene la paradoja: empezamos a creer realmente en nosotros mismos puesto que sabemos quiénes somos: “la síntesis de los opuestos”. Todo se vuelve mucho más sencillo cuando creemos en nosotros y confiamos plenamente.
En ese punto ya no estamos divididos entre ser fuertemente mentales o debilidades mentales; simplemente somos con todo lo conseguido incluido.
Para profundizar más sobre este tema ¿qué te parece leer nuestro artículo titulado construir una mentalidad de campeón?
Relativizar la decepción y la derrota
¿Te has planteado alguna vez cómo vemos la idea de la derrota? Para muchos, es como el abandono. La derrota solo existe en un lugar y momento concretos, es una de esas situaciones donde la tristeza, enfado, frustración y estrés nos invade; surge cuando decidimos detenernos ahí, justo en esa percepción.
Pero ¿qué es realmente una derrota? Es simplemente no conseguir lo que queríamos como esperábamos lograrlo.
Sin embargo, si tomamos bastante distancia y observamos todos los beneficios de estas situaciones (sí, ¡beneficios repetidos!) para alcanzar nuestras metas más ambiciosas… verás que, en realidad, nunca hubo tal derrota.
Hemos tenido:
- Un aprendizaje,
- Una preparación,
- O incluso un impulso motivacional.
Vamos a descubrir que cada elemento, en realidad, nos está preparando.
¿Qué significa relativizar?
Recientemente estuve charlando con Laura Tarantola, una deportista que se colgó la medalla de plata en remo en los Juegos Olímpicos de Tokio. Fue realmente interesante escucharla hablar un año después de participar en el programa de la Academia.
“Hay veces”, me comentaba “que simplemente avanzo sin ponerme mucha presión y soy consciente de que lo peor que podría pasar es perder este año. Y eso mismo sería mi empujón para 2024. Si necesito esa derrota para mejorarme, pues bienvenida sea.”
En nuestra Academia del Alto Rendimiento contemplamos así dichas situaciones: esta derrota tiene una conexión directa con mis metas futuras; entonces ha sido buena sufrirla porque si no, jamás hubiera encontrado ese ímpetu necesario ni habría ajustado esos pequeños errores.
Relativizar en la academia realmente sirve para:
- Apoderarte del fallo inmediato transformándolo en aprendizaje, experiencia y fortaleza para lo que está por venir.
- Así es cómo el fracaso hoy puede convertirse en tu fuerza mañana.
Y justo en ese momento, la derrota de hoy se transforma en la fuerza de mañana.
Algunos consejos más
Ten paciencia con los resultados
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¿Consideras que ser paciente te hace mentalmente más fuerte? Bueno, depende. Si redefinimos lo que significa ser fuerte mentalmente de acuerdo al sentido común, es complicado asegurar si esto implica directamente tener paciencia.
Sin embargo, algo está claro: somos pacientes cuando:
- sabemos que vamos a conseguir el resultado que esperamos y es solo cuestión de tiempo;
- estamos concentrados en nuestro objetivo principal a largo plazo.
Nos armamos de paciencia porque amamos lo que hacemos y cuando disfrutas tu labor entonces puedes:
- entrenarte incansablemente;
- realizar tus tareas una y otra vez sin desfallecer.
Así, incluso estando en vacaciones y pensando en nuestras actividades preferidas o proyectos futuros avanzaremos. Por ello entiendo eso como un crecimiento natural; simplemente no puedo evitarlo.
Por otro lado, hay personas menos comprometidas con sus verdaderas metas. Tal vez estas personas busquen sólo los beneficios inmediatos ignorando los sacrificios necesarios para lograr algo grandioso. Estos dirían: “entrenaré este año pero después ya no podré seguir insistiendo tan arduamente”.
Es momento crucial preguntarse:
- ¿Me centro en lo inmediato y en cosas que realmente no son importantes para mÍ?
- ¿O me enfoco en el largo plazo, en mis metas más elevadas? Sé que todo lo que sucede en mi vida está aquí para ayudarme a vivir mis objetivos más altos.
No te compares con los demás
De hecho, en un mundo donde existimos todos nosotros, cada vez que observamos a otros deportistas, la parte primitiva de nuestro cerebro, el sistema límbico o sistema 1 del cerebro, nos lleva a compararnos automáticamente, a generar solo más estrés en nosotros.
Es algo instantáneo: ese soy yo, ese no soy yo. Él es mejor o peor que yo. Todo esto solo son reacciones automáticas; como seres humanos estamos programados para juzgar constantemente y lo hacemos por varias razones:
- Acercarnos;
- Alejarnos;
- Exagerar;
- Minimizarnos.
Esto ocurre todo el tiempo y sin darnos cuenta; así somos los humanos.
Pero también está la co𝗿teza prefrontal que se sitúa más arriba en nuestro cerebro. Esta parte nos ayuda a entender que realmente el otro no es ni mejor ni peor pero:
- es diferente;
- tiene sus propios talentos que son distintos a los míos.
No somos mejores o peores; todos somos seres humanos como cualquier otro.
Aquí es justo donde sí podemos compararnos. Vamos a usar dos motores.
Hablaba de esto ayer con un amigo. Tras leer el libro “La Identidad Ganadora“, me dijo: “Pierre, es increíble porque viéndolo desde esa perspectiva nunca lo había pensado cuando dijiste: realmente no importa si tu motor es el orgullo, entonces úsalo”.
Así que si en ese momento el motivador es querer ser mejor que otro porque me veo inferior y eso me reta y hace progresar, pues mejor así.
Sin embargo, si estoy comparándome con otra persona e intentando imitarla siendo eso ajeno a mi verdadero yo, ahí vamos a tener un pequeño problema.
El caso de un deportista en los Juegos Olímpicos
Es el caso, por ejemplo, de una deportista justo antes de los Juegos Olímpicos. Estábamos en Tokio y durante nuestra sesión ella me confesó: “Las italianas tienen una opinión tan decidida… Debería ser más determinada”.
Entonces realizamos una despolarización inversa. Ella pudo ver que también poseía esa determinación, pero se manifestaba de un modo distinto al de las italianas, compararse con ellas solo hizo que ese estrés aumentará justo antes de los Juegos Olímpicos.
Al hacer esto, las rivales ya no parecían tan inalcanzables y nuestra deportista logró quedar primera en su ronda clasificatoria. Aquí es donde realmente vemos la importancia de compararnos:
- Realizar una despolarización inversa;
- O convencernos de que esta comparación nos beneficia y mantenerla.
Y aquí llegamos al final del artículo.
Ahora bien, si lo que quieres es:
– Desarrollar una identidad como campeón.
– Liberarte totalmente del miedo a fallar y de preocuparte por lo que otros piensen.
– Incrementar tu confianza y tranquilidad.
– Superar tus propios récords personales…
Te invito a reservar una sesión estratégica gratuita con uno de los coaches en despolarización de la Academia para realizar juntos un análisis completamente personalizado y gratuito.
Este análisis te permitirá alcanzar mayor claridad y contar con un plan detallado diseñado especialmente PARA TI y TUS metas particulares y necesidades individuales
Y recuerda siempre:
Lo importante no es lo que haces sino la persona en quien te conviertes.
Con inspiración,
El Equipo de la Academia del Alto Rendimiento.
Referencias
https://www.donovanmentalperformance.com/5-tips-to-mental-toughness-in-sports
https://www.today.com/health/how-be-mentally-tough-4-lessons-sports-psychologists-t42916
https://believeperform.com/how-to-become-a-mentally-strong-athlete/
https://positivepsychology.com/mentally-strong/
https://www.peaksports.com/sports-psychology-blog/mental-toughness-training-athletes/